Blog (Bitácora, si se prefiere) del Padre (que lo es) Don Francisco de Paula Gálvez e Inchausti y algunos de los heterónimos que con él transitan: Pakito Grillo, El Profano, Bruno Jordán,, etc. Editado a trancas y barrancas, anárquica y aperiódicamente sin ánimo de ofender (o sí, quién sabe) ad maiorem gloriam de las cuatro (o ninguna) neuronas que le restan, o al menos así se supone por los menos entendidos, al escribidor que esto subscribe.

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sábado, octubre 02, 2010

CRISIS, WHAT CRISIS?

Con EL PAÍS, hoy sale un libro de Keynes. Lástima que haya tardado dos años. Como ZP, que, si lo hubiera leído hace tres años, tal vez no hubiera despedido a lo más inteligente de su equipo. Antes bien, en su continua masturbación mental, nos ha venido a traer a las soluciones de un Nobel espúreo (falsificó estudios sobre el mercado japonés y ello le valió el premio de marras), un tal Milton Friedman que montó la Reaganomic, organizó a los Chicago Boys y fue mentor de gente tan socialmente aceptable como Pinochet. No es una tontería: no estamos en medio de un problema cíclico, como vaticinaban Adam Smith, Ricardo y Don Carlos (Marx). Esto es estructural y vamos equivocación tras otra.
Quien ha provocado esto ha sido ese mercado y ese mercadeo financiero e inmobiliario. Durante mucho tiempo no se ha asociado capital y producción, sino capital y plusvalías resultantes de la no producción, o a ínfimo coste porque siempre ha salido rentable la deslocalización (sueldos, jornadas, componentes de inferior calidad con fecha inexorable de caducidad no declarada...); y si esta comporta a medio plazo posibilidades de fusión, absorción (todo lo que acabe en ón...), además, los que se hayan cargado la empresa se llevarán un plus de ineptitud milmillonario por los servicios prestados al capital financiero en detrimento del capital industrial. Dinero inexistente, por arte de magia, ha generado dinero virtual que los encorbatados han convertido en efectivo a cuenta de nuestras cuentas.
El sector Público, entretanto, agoniza. Tras la prolongada congelación salarial, un ilusorio remonte, y, de repente, ZAS. Curiosamente, mientras el Emperador Obama se pasa a Keynes, potenciando la inversión en el sector público, la derechona europea, y ZP con ellos, parece empeñada en el lema suyo de esta crisis: Más champán para nuestros niños (se aceptan góticas).

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